Mi historia y Agradecimientos
Tantos vinos, tantas copas, tanto espacio...
Mi historia en el ambiente del #VinoMexicano podría ser descrita como una gran COINCIDENCIA.
Desde antes de que esto estuviera de moda, por azares del destino conocí a Abel Bibayoff, quien proviene de una larga dinastía de productores de uva y vino en el Valle de Guadalupe. Abel se encargó de que conociera a una nueva generación de enólogos que apenas salían de "La Escuelita" llenos de ilusión por darle la vuelta al mundo del #VinoMexicano y "como la humedad" me les colé para aprender y seguir aprendiendo.
Y este proyecto intenta acercar a pequeños productores con el mercado Regio (medio complejo) y lo único que me queda es agradecer.
Primero que nada a mi esposa Gabriela por recordarme que tengo llenadera (aunque Takón Machine me diga lo contrario). A Roberto, Marioli y Baby Marioli por siempre estar dispuestos a dar más.
A mis "maestros" Álvaro Álvarez y Nydia Krauss (Alximia), Armando Orozco (Concierto Enológico), Pedro Poncelis y Jorge Nogera; quienes me fueron enseñando el futuro que el Valle podría tener y a trabajar las cajas de uva que después me iba a pistear (posoye).
A "mis tíos" (norteñismo bien aplicado) Amado Garza y su familia (con todo y el Wero Cham), Víctor Segura y su familia; a mi inseparable amigo Thorsten Shocke y Alina, el carismático Daniel Lonnberg y el ajonjolí de todos los moles Erik Plata (ansory maifren). Quienes me fueron enseñando a perderle el miedo a hacer negocio de esto. En especial a Amado que a la mitad de mi boda me dijo :"ya estuvo bueno de pachanga viejito, es hora de que le regreses algo al Valle".
A los nuevos talentos. Roberto Alcocer y su esposa (#TeamMalva), Iker Turcott (aguante Caty!!), Eduardo Kruger y Miros, Mauricio Cantú y familia (Elba, Sofi, Ana Cris), Fernando Farías y Karla Orozco (mis eternos compadres de Cava Córdoba), Jorge Maciel y Ana, Marcia Solórzano (Corona del Valle) y Carlos Mariscal (Viña de Frannes), Álvaro y Nicole (Valle de Tintos), Francisco Sosa y su esposa (Lord San Felipe). Quienes me enseñaron que en los negocios a veces uno la riega MAGISTRALMENTE y hay que seguir caminando.
A mis padres, mi hermano y mi cuñada. Que siempre han estado ahí.